La vida no es más que una distracción. ¿De qué? Nadie sabe.
Cuando no estamos pensando ni haciendo ni dialogando con nosotros mismos solamente estamos. Unos esperamos con vicios que resultan favorables y otros con unos que parecen ser más arriesgados. En todo caso la dosis hace que la medicina se convierta en veneno y vice versa.
Cuando la espera se vuelve insoportable sufrimos en diversas maneras y recurrimos a distintos géneros de medicina para calmar esta ansiedad existencial. Yo creo que uno puede aprender a vivir en armonía con sus vicios. Con estos requiere paciencia y voluntad coexistir en amor. Encontrar tu ritmo y balance en este movimiento eterno del estire y afloje. Es cansado, pero vale la pena.
Veo que la única solución es sentir, dar, crear, querer y amar mientras esperamos en nuestro punto encontrado. El esperar es lo que hay entre las líneas de texto. Esperar es vivir, y la manera en que lo haces es igualmente fundamental e importante. Espero que aprendas a vivir con los tuyos y que sean conscientes.
Mucha Luz